Con este lema, y con motivo de la Jornada Mundial por el trabajo decente, Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat celebró una mesa redonda, para hablar sobre la vulneración de los derechos de las trabajadoras del ámbito del cuidado de personas y de las propias personas cuidadas.
El acto se celebró en el auditorio de la Casa de l’Església, sede del Obispado de Sant Feliu de Llobregat, participaron varias personas, representantes de la Plataforma servicio de atención domiciliaria de Cataluña, la Pastoral social Obrera, la Residencia Hogar San Josep de Sant Boi del Llobregat y de Cáritas diocesana y de la empresa de Inserción Brins d’oportunitats.
El acto enmarcado en la iniciativa Iglesia por el trabajo decente, intentó sensibilizar y hacer incidencia comunitaria sobre los derechos de las personas que trabajan sobre todo como cuidadoras de personas y en hogar, pero también de los derechos de las personas que son cuidadas.
En una primera parte, dos participantes de Cáritas pudieron exponer su testimonio sobre cómo habían sido vulnerados sus derechos, para dar paso a continuación a los representantes de la Plataforma SAD, de la pastoral social obrera y de Cáritas Diocesana. Las intervenciones, evidenciaron la situación de desprotección de estas trabajadoras, que a menudo tienen unas condiciones laborales de explotación, con salarios muy bajos, sin horas de descanso suficientes, sin la información y condiciones necesarias para poder desarrollar de manera segura su trabajo . Esta vulneración de los derechos de las personas cuidadoras, a quien perjudica primeramente es a las personas cuidadas, que no pueden recibir la atención adecuada, como consecuencia de las condiciones impuestas a sus trabajadores por parte de una parte importante de las empresas de este sector.
Seguidamente desde Cáritas y su empresa de inserción, así como la representante de la Llar Sant Josep, se quiso dar la visión de cómo se podría revertir esta situación, garantizando unas condiciones de trabajo decentes para las trabajadoras del cuidado de personas. Sueldos dignos, cobertura de la seguridad social, jornadas de trabajo razonables y con el descanso suficiente, información sobre las características de las personas cuidadas, etc …
Finalmente en una mesa redonda muy participativa por parte del público asistente, quedó de manifiesto que hay que denunciar estas situaciones, en jornadas e iniciativas como la de la Iglesia por el trabajo decente, para poder sensibilizar a la sociedad de la situación de indefensión y de abuso que sufren las trabajadoras de este sector.
