Al 2018, las Cáritas diocesanas catalanas atendieron un total de 220.631 personas con una inversión de 43 millones de euros.
Hoy por la mañana, en la sede de Cáritas Cataluña ha tenido lugar la presentación en rueda de prensa de la Memoria 2018 de las Cáritas Diocesanas con sede en Cataluña.
En el acto han intervenido el cardenal arzobispo Juan José Omella, responsable de la pastoral social de la Conferència Episcopal Tarraconense (CET), y obispo delegado de la CET en Cáritas Cataluña; Francesc Roig, presidente de Càritas Catalunya; Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña; y Conxa Marqués, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña.
Francesc Roig, presidente de Càritas Cataluña, ha puesto de manifiesto que, a pesar de la recuperación económica de los últimos años, son numerosos los indicadores y los informes que reflejan que nuestra sociedad está sufriendo una fractura de la cohesión social. La recuperación incrementa, también, las desigualdades entre las personas más ricas y las más pobres. Además, cuesta que mejore la situación económica y social de muchas familias, sobre todo para aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema.
En su intervención explicó que en 2018 se han beneficiado de la acción de las Cáritas de Cataluña 69.161 hogares, donde vivían 220.631 personas, lo que representa una disminución del 31% respecto el 2017.
Para ayudar a las personas más necesitadas contamos, en 2018, con 12.778 personas: 12.215 voluntarias, y 557 contratadas, 16.616 colaboradores (socios y donantes), y una inversión de 43,11 millones de euros, de los cuales el 79,89%, 34,44 millones de euros, se han destinado a la Acción Social.
El reto que tenemos delante como país es inmenso: la pobreza se cronifica y las desigualdades crecen, una situación que se ha convertido estructural y afecta a todos de una manera u otra … esta situación afecta de manera dramática la dignidad de las personas que no pueden desarrollar su proyecto vital con autonomía, porque a menudo no pueden ejercer todos sus derechos de ciudadanía “.
Francesc Roig
Por otra parte, Francisco Roig ha incidido en que “las prestaciones básicas que conforman el sistema de protección social en Cataluña son insuficientes en cuantía y duración, y nos urge un despliegue de la Renta Garantizada de Ciudadanía que llegue a todas las personas que la necesitan y que sea compatible con otras ayudas “.
Finalmente, el presidente de Cáritas Cataluña han comentado que “vivimos en una sociedad desvinculada, en la que cada vez es más difícil hacernos cargo de las personas que se quedan atrás, y por eso necesitamos revincular, trabajar intensamente por el objetivo primordial: la consolidación de una comunidad plenamente integrada y socialmente consolidada “.
El perfil de los beneficiarios
Posteriormente, Conxa Marquès, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña ha expuesto el perfil de las 220.631 personas beneficiarias:
- Según el tipo de convivencia, continúan siendo mayoritarias las familias con hijos, que representan el 49% de las personas atendidas, y donde hay un 16% de hogares monoparentales, por la elevada vulnerabilidad de este colectivo. Se destaca el aumento de personas solas, el 33% del total (más de diez puntos porcentuales que el año anterior).
- Según la tenencia de la vivienda de las personas atendidas, cabe destacar como las formas de vivienda que no consideramos digno aumentan. Es decir, se incrementa la proporción de personas atendidas que viven de realquiler y ahora ya son el 21% del total (diez puntos por encima de la proporción del año anterior). Aumenta también la proporción de personas sin vivienda (hasta el 7%), las que están acogidas en casas de familiares o amigos (11%), las que están acogidas en entidades sociales (6%) y se mantiene la proporción de personas que viven en viviendas ocupadas (5%). En total, la mitad de las personas atendidas se encuentra en una vivienda que no consideramos digno.
- Las franjas de edad de las personas atendidas, se mantienen prácticamente similares respecto a los años anteriores, donde la mitad de las personas atendidas son adultas, una cuarta parte son menores y dentro de la otra cuarta parte la mayoría son jóvenes (19%) , y el resto son personas de 65 o más años (el 6%).
- Según la zona de nacimiento, se destaca el aumento de peso de las personas atendidas provenientes de América del Sur y América Central, hasta representar el 30% del total, lo que refleja el incremento de las personas que deben huir de los sus países de origen por situaciones de violencia (como en los casos de las personas que provienen de Honduras, El Salvador, Venezuela, etc.). En cambio, disminuye el número de personas provenientes de África, hasta representar el 27%, y de España (hasta el 34%).
- El aumento de personas provenientes de otros países se relaciona con el incremento de diez puntos porcentuales del peso de las personas en situación administrativa irregular, hasta representar el 29% del total. Sin embargo, el grupo más numeroso sigue siendo el de personas de nacionalidad española (36%, 2 puntos más), seguido de las personas extranjeras en situación regular (34%).
- Finalmente, según la situación laboral, el 66% de las personas atendidas se encuentra en paro, reflejando la estrecha relación entre las situaciones de paro y la exclusión social. El 14% de las personas atendidas tienen un trabajo, que siempre es precaria y no las permite cubrir sus necesidades básicas.
Cáritas constata que se consolida la exclusión social severa y la precariedad en Cataluña
A su vez, Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña explicó que situación de las personas atendidas por las Cáritas diocesanas con sede en Cataluña la podemos sintetizar en dos grandes cuestiones: la consolidación de la exclusión social severa y de la precariedad y el modelo de sociedad de hoy y los riesgos que debemos afrontar.
Recordando los datos del Informe sobre Exclusión y desarrollo social en Cataluña 2018, presentado por Cáritas Cataluña en julio, ha incidido en que hoy la exclusión social afecta 1,5 millones de personas en Cataluña, con el riesgo de que su situación acabe cronificando y con el gran proceso de acumulación de dificultades que sufren. Dificultades que se relacionan, principalmente con la precarización del trabajo, la exclusión residencial, la salud y el aislamiento social.
Finalmente, el cardenal Juan José Omella ha cerrado el acto agradeciendo la presencia a todos los profesionales de los medios de comunicación que han asistido a la rueda de prensa, y ha puesto de manifiesto que “esta memoria es clave para saber exactamente dónde estamos como sociedad y nos ayuda a tomar conciencia de la cruda realidad que a muchos de nuestros hermanos y hermanas les ha tocado vivir. ”
Para el cardenal Omella, “como Iglesia, debemos promover una ola de esperanza, una ola que crezca y sume la labor de muchas instituciones y entidades con las que compartimos el objetivo común de construir una sociedad más cohesionada, justa, libre y fraterna. Cambiar nuestro entorno con pequeños gestos que aporten una gran carga de amor y de misericordia está en nuestras manos.