Los voluntarios son el motor de Cáritas. Su compromiso mejora el mundo.
Hoy, día internacional de los voluntarios, Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat quiere valorar y agradecer la labor de sus más de 900 personas voluntarias, porque sin ellas, no sería posible llevar a cabo su misión como servicio organizado de la caridad dentro de la Iglesia que inspira su trabajo de acompañamiento y escucha a las personas que viven la injusticia de la pobreza.
Hay una serie de rasgos que definen cómo es la opción por el voluntariado dentro de Cáritas:
- Un voluntariado comprometido que cree en el cambio social hacia una sociedad más justa.
- Un voluntariado activo que aporta a la sociedad no sólo desde las labores realizadas, sino también desde las actitudes expresadas.
- Un voluntariado capaz de organizarse y participar de respuestas colectivas antes que individuales.
Además, el modelo de este voluntariado se basa en la coherencia para, desde la acción realizada, impulsar el crecimiento como persona y cristiano; un voluntariado que plasma, a través de su participación, los valores de la solidaridad, la gratuidad y la igualdad; un voluntariado siempre disponible para la acción y para la formación, superando la barrera de la buena voluntad y promoviendo una acción de calidad; y un voluntariado en proceso, con motivaciones muy distintas, que se va haciendo día a día por medio de la labor, la formación y el acompañamiento.
Según los datos de la última memoria confederal, en Cáritas participan en la actualidad, a través del conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas existentes en el Estado, un total de 84.551 personas voluntárias, que representan el 93,7% de sus recursos humanos.