Cáritas atendió el pasado año en toda España a 64.865 personas en las iniciativas de empleo, un 11,7% más que en el 2021
Hoy 27 de abril 2023. Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Trabajadores, el próximo día 1 de mayo, Cáritas Española presenta su informe anual de Economía Solidaria para mostrar la actividad desarrollada durante 2022 en un contexto marcado por la inestabilidad y la precariedad del mercado laboral.
En un año en el que la inflación y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania empezaron a debilitar el crecimiento del empleo, Cáritas logró acompañar 64.865 persones, de les quals 12.807 (una de cada cinco) lograron acceder a un puesto de trabajo. En medio de un escenario lleno de dificultades, nuestra Confederación logró atender a un 11,7% más de personas que el año anterior, al pasar de 57.233 a 64.865.
Cáritas dedicó el pasado año la cifra récord de 117,5 millones de euros a todas las iniciativas de economía solidaria (programas de empleo, empresas de inserción, comercio justo). La suma es un 15,9% superior al año anterior (18,8 millones más). De ese total, 35,3 millones fueron destinados concretamente a itinerarios de inserción sociolaboral.
Si se tiene en cuenta que los 35 millones de euros invertidos en empleo han servido para que casi 13.000 personas encuentren empleo, esto supone una inversión media de 2.700 euros por persona que accede al empleo.
“No hablamos de gasto sino de inversión. Y no lo hacemos en términos metafóricos o poéticos sino porque para nosotros, cada recurso invertido supone un retorno a medio-largo plazo desde el punto de vista social y también económico porque la persona no sólo gana en autoestima, reconocimiento de su dignidad y acceso a sus derechos, sino que deja de percibir prestaciones, pasa a pagar impuestos y genera crecimiento económico por medio del consumo”, explica el director de Acción Social, Francisco Lorenzo.
Empresas de inserción
Con el objetivo de contribuir a la construcción de la economía solidaria y de atender las necesidades de las personas en situación de desventaja social, en 2022 Cáritas contó con 67 iniciativas relacionadas con empresas de inserción, centros especiales de empleo y empresas sociales, que generaron 2.373 puestos de trabajo. La mayoría de las 268 líneas de negocio están relacionadas con la actividad textil, la gestión ambiental y de residuos, limpieza, transporte y mensajería y restauración y catering. Entre ellas Brins d’Oportunitats, la empresa de Inserción de Cáritas diocesana de Sant Feliu de Llobregat.
El perfil de los participantes en los programas de empleo se mantiene similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (64%), mayores de 45 años (39%), con estudios básicos (38%). Las personas procedentes de países no comunitarios son ligeramente superiores a las nacionales (52%).
“Detrás de este perfil se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que es necesario ir superando para alcanzar el objetivo de inserción laboral. Muchas veces nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o muchos problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas, dificultades con el idioma y baja autoestima que lleva a la desmotivación”, apunta al director de Acción Social de Cáritas Española.
“Toda esta realidad -añade- nos obliga a articular una atención integral, muy individualizada, y con una metodología eminentemente práctica, que acelere y facilite el aprendizaje y les ayude a superar las dificultades que les alejan del mercado laboral”.
Durante el pasado año, Cáritas invirtió en acciones que generan empleo protegido (empresas de inserción, centros especiales de empleo y empresas sociales) 81,6 millones de euros, casi 15,1 millones más que el año pasado. De ese importe, el 84% procedieron de la facturación por ventas, que fue de 68,8 millones de euros.
Finanzas éticas
Cáritas apuesta además de forma decidida por un modelo de finanzas que vaya más allá de la rentabilidad económica. “Las finanzas éticas garantizan a los ahorradores que su dinero se invierte en proyectos que buscan el desarrollo de las personas, favorecen la redistribución de la riqueza y protegen el medio ambiente”, indica Francisco Lorenzo.
El sistema financiero se mueve en función de las decisiones que toman personas que eligen dónde quieren invertir su dinero sin pensar muchas veces en las consecuencias que esta decisión tiene para otras. Por eso, informarse y elegir alguna de las opciones que ofrecen las Finanzas Éticas pueden ser uno de los instrumentos con mayor capacidad de transformación de la sociedad.
En esta línea de trabajo: 43 entidades de Cáritas colaboran con entidades financieras que hacen compatibles la rentabilidad económica con la consecución de objetivos sociales y medioambientales.
“Cuando nos referimos a la economía solidaria pensamos en un mercado laboral con valores, un sistema de finanzas éticas, un comercio justo y un consumo responsable. Sabemos que el alcance actual de estas iniciativas es insuficiente, casi testimonial, pero evidencia que como sociedad podemos autoexigirnos una ética en todo aquello que afecta a la economía. Una economía que escucha, que cuida, suma y cambia. Ésta es “la economía que queremos”, asegura el director de Acción Social de Cáritas Española.