En el marco del Día Internacional de los Voluntarios, celebrado el 5 de diciembre, Cáritas expresa su profundo agradecimiento a las casi 900 personas voluntarias
El voluntariado representa una riqueza inestimable para Cáritas y para la sociedad en su conjunto. La generosidad y la entrega desinteresada de miles de personas muestran el valor arraigado en nuestra sociedad por la acogida y la solidaridad con los demás.
En el marco del Día Internacional de los Voluntarios, celebrado el 5 de diciembre, Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat expresa su profundo agradecimiento a las cerca de 900 personas voluntarias que, con su labor silenciosa y comprometida, mantienen viva la llama de la esperanza en hogares afectados por la exclusión social y la pobreza.
La participación activa de 881 personas voluntarias, mayoritariamente mujeres y con una edad mayoritaria por encima de los 60 años en la mayoría de los casos, destaca el compromiso continuo con la misión de Cáritas. Su labor se centra en estar cerca, acompañar y cuidar a quienes más lo necesitan, estableciendo lazos de proximidad y solidaridad a lo largo del tiempo.
La esencia del voluntariado va más allá de la acción; implica la ‘proximidad’, la conexión que se forja al escuchar y acompañar a aquellos que están en situación de exclusión.
Estas personas voluntarias representan el corazón de Cáritas, siendo acompañantes constantes incluso cuando la primera urgencia ha pasado y ya no se necesitan apoyos especializados. El servicio desinteresado es su razón de ser.
El valor del voluntariado también encuentra eco en los jóvenes, que mantienen viva la llama de la solidaridad.
En tiempos desafiantes, el voluntariado nos enseña a mirar la realidad con empatía y a comprometernos con los más vulnerables. Se trata no solo de dar tiempo o recursos, sino de entregarse completamente, tal como subraya el Papa en su mensaje con motivo de la VII Jornada Mundial de los Pobres.
Cáritas agradece a sus voluntarios y voluntarias su dedicación, y anima a todos a sumarse a esta causa, recordando que a través del voluntariado compartido se construye una sociedad más justa y solidaria.