Cáritas acompañó en toda España a más de 57.000 personas para mejorar su perfil laboral
En vísperas de la celebración del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, Cáritas Española ha presentado su informe anual de Economía Solidaria para dar cuenta de la actividad desarrollada durante 2021 en un contexto marcado por la creciente inestabilidad y precariedad del mercado laboral. La presentación ha contado con la presencia de Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española; Rubén Requena, técnico del equipo de Economía Solidaria y Carolina Santeliz, participante del programa de Empleo de Cáritas Ávila.
En uno de los peores años de la crisis social y económica provocada por la pandemia de Covid-19, Cáritas consiguió acompañar a 57.233 personas, de la cuales 12.677 (una de cada cinco) lograron acceder a un puesto de trabajo. A pesar de un escenario plagado de dificultades, los programas de empleo lograron mejorar cuatro puntos porcentuales su tasa de inserción, al pasar del 17% de 2020 al 21% el año pasado.
“Con 31,7 millones de euros logramos que casi 12.000 personas encontraran empleo, es decir, que nos ha costado de media unos 2.500 euros que una persona acceda al mercado laboral, gane en autonomía, cubra sus necesidades, deje de percibir prestaciones y pase a pagar impuestos. No es gasto, es inversión. Con estos fondos además, atendimos a otras 45.000 personas con las que trabajamos en distintos ámbitos de su vida para tratar de que, cuanto antes, accedan también a un empleo”, explicó Rubén Requena, técnico del equipo de Economía Solidaria.
Las empresas de inserción
Con el objetivo de contribuir a la construcción de la economía solidaria y de atender las necesidades de las personas en situación de desventaja social, Cáritas contó en 2021 con 67 iniciativas relacionadas con empresas de inserción, centros especiales de empleo y empresas sociales, que generaron 2.225 puestos de trabajo. La mayoría de sus 252 líneas de negocio están relacionadas con la actividad textil (38,6%), la gestión ambiental y de residuos (19,7%), limpieza (7,5%), transporte y mensajería (5,9%) y restauración y catering (4,3%).
“Estas iniciativas tienen el objetivo de mejorar la empleabilidad de los participantes y son una oportunidad para miles de personas para formarse y adquirir competencias mientras trabajan. Podemos decir con tranquilidad que Cáritas es la mayor promotora de empresas de inserción de España”, comentó Requena.
El perfil de los participantes en los programas de empleo se mantiene similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (63%), de más de 45 años (37%), con estudios básicos (46%). Las personas procedentes de otros países son ligeramente superiores a las nacionales (53%).
“Detrás de ese perfil, se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que hay que ir superando para lograr el objetivo de inserción laboral. Se trata de personas sin apenas competencias digitales y con dificultades de aprendizaje en algunos casos. También tienen una escasa experiencia laboral y graves carencias socioeconómicas, incluso en muchos casos tienen dificultades con el idioma y baja autoestima, por lo que es necesario articular una atención integral que ayude a superar las dificultades que les alejan del mercado laboral”, señaló Requena.
Durante el año pasado, Cáritas invirtió en estas acciones que generan empleo protegido 66,5 millones de euros, casi 9,4 millones más que el año anterior. De este importe, el 78% procedió de la facturación por ventas, que fue de 52,1 millones de euros.
Brins d’Oportunitats
La empresa de Inserción de Cáritas Diocesana de Sant Feliu de Llobregat nació como respuesta a una necesidad real.
Las dificultades para encontrar trabajo que presenten las personas que se dirigen a Cáritas o el trabajo en condiciones de precariedad, son uno de los principales escollos que aboquen a estas personas a una situación de riesgo de exclusión. Por tanto, acompañarles en procesos que les ofrezcan herramientas, que les ayuden a poder acceder al mercado laboral ya mejorar su situación de fragilidad, ha sido una de las prioridades centrales de Cáritas, a través del programa de formació i inserció laboral, desde sus inicios.
Ante esta realidad, que se iba repitiendo en los últimos años y después de un estudio sobre la viabilidad de la empresa de Inserción, en 2018 Brins d’Oportunitats empezó a funcionar como una apuesta de Cáritas diocesana de Sant Feliu de Llobregat por la economía social y solidaria.
21 personas en situación de vulnerabilidad han estado trabajando en 2021 en la empresa de inserción Brins de Oportunidades.